“La importancia de las cuatro capacitaciones obligatorias al año en Seguridad y Salud en el Trabajo”

En el Perú, la Ley N.º 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, junto con su modificatoria la Ley N.º 30222 y el D.S. N.º 005-2012-TR, establecen que todas las empresas deben capacitar a sus trabajadores como mínimo en cuatro ocasiones al año en materia de seguridad y salud ocupacional. Esta disposición legal no es un simple trámite administrativo, sino un componente esencial para garantizar la protección de la vida, la salud y el bienestar de los trabajadores en sus actividades diarias.

Las capacitaciones periódicas permiten a los colaboradores reconocer los peligros y riesgos presentes en sus puestos, así como comprender la importancia de las medidas de prevención y control que deben aplicarse. Asimismo, fortalecen las competencias del personal frente a emergencias, promueven prácticas de trabajo seguras y generan un ambiente laboral donde la prevención es parte de la cultura organizacional. Con ello, se busca no solo reducir accidentes y enfermedades ocupacionales, sino también fomentar la participación activa de los trabajadores en la construcción de un entorno más seguro.

Desde la perspectiva empresarial, cumplir con las cuatro capacitaciones obligatorias trae beneficios tangibles: disminución de incidentes y costos asociados, mejora en la productividad, fortalecimiento de la imagen institucional y cumplimiento normativo frente a inspecciones laborales. Además, demuestra un compromiso real con el bienestar del capital humano, lo que incrementa la confianza y motivación dentro de los equipos de trabajo.

En ABRV Professional Development S.A.C. creemos que la capacitación es un pilar estratégico para la sostenibilidad y el éxito de cualquier organización. Por ello, diseñamos programas especializados que cumplen con la normativa vigente y que se adaptan a las necesidades de cada sector productivo. Nuestras capacitaciones no solo garantizan el cumplimiento legal, sino que también contribuyen a consolidar una cultura preventiva sólida y participativa, donde cada trabajador se convierte en protagonista de su seguridad y en agente de cambio dentro de la empresa.

Cumplir con las cuatro capacitaciones anuales es más que una obligación legal: es una inversión en la vida, la salud y el futuro de todos los que conforman una organización.